viernes, 23 de octubre de 2009

6 Octobre, Día 16: Arzúa - Santiago de Compostela

Distancia recorrida: 41 km



Amaneció igual, lloviendo a ratos. En el dormitorio nuest
ro sólo había otra señora, así que había sido una noche muy tranquila. Nos levantamos a eso de las siete, nos fuimos a desayunar al lado y a esperar a que aclarara.

Listos para salir de Arzúa en la lluvia, noten mi glamoroso calzado, digno de "Sex and the City"

Lloviznaba cuando salimos y decidimos ir por la c
arretera pues el camino sería un barrial. Ibamos ya forrados y pronto empezó el aguacero. Así fuimos hasta pasado Amenal, donde empezó el camino asfaltado, todavía con varias cuestillas fuertes para quemar los muslos. Llegamos a Monte de Gozo, donde no pudimos ver las torres de la catedral, pero nos tomamos foto en el monumento que hicieron cuando anduvo por allí Juan Pablo II.

En Monte de Gozo, afueras de Santiago

Entramos a Santiago y como íbamos totalmente empapados, decidimos que era más sensible parar primero en el albergue; escogimos uno que se llama Albergue Privado Acuario, que resultó ser muy "piecito"; nos duchamos, secamos las jackets y salimos a caminar por la ciudad, visitar la catedral y conseguir la Compostela.


Catedral de Santiago de Compostela

Param
os en una churrería y nos tomamos un chocolate con un bocadillo que nos supo delicioso.

Oscar leyéndonos el "tour" de la catedral

Visitamos la Catedral, tan impresionante como la recordab
a del '86. Luego a la Oficina del Peregrino, donde presentamos nuestras credenciales (llenamos dos cartoncitos), llenamos un formulario y salimos con sendos certificados; el de Oscar y mío en latín (porque dijimos que una de las razones para hacerlo era religiosa) y Miguel con una en español (porque su razón era cultural), a lo que Miguel dijo que le fue mejor a él pues podía entender lo que decía... También, toman nota del lugar de origen de los peregrinos, pues los mencionan entonces en la misa del peregrino del día siguiente.


Mi Compostela


Compostela de Miguel

Buscamos la oficina de turismo, que resultaron ser dos (una de la ciudad y otra de Galicia), donde nos dieron una lista de pensiones y casas de huéspedes y también información del tour a Finisterre. Este último porque, aunque conseguimos llegar con suficiente tiempo para continuar en bici hasta "el fin del mundo", la verdad ninguno quería seguir llevando lluvia...




Y lo de alojamiento porque en los albergues de peregrinos sólo te permiten quedarte una noche; y, de por sí, en este albergue sí que no n
os tentaba quedarnos más de lo necesario...

Con Oscar, Praza do Obradoiro

Así que, para el día siguiente, encontramos un cuarto t
riple en una pensioncita administrada por un inglés allí en el puro centro. Ya con la dormida resuelta, nos apuntamos al tour a Finisterre, que saldría también del centro.

Bicigrino danés, satifecho

Oscar se fue a ver si podía cambiar su boleto de tren y nosotros caminamos a la estación de autobuses, donde compramos boletos para autobús Santiago - Sevilla (durante la noche) y de ahí a Málaga. Cuando volvimos los tres al albergue, el lugar estaba repleto.

Bicigrino cartago, buscando alojamiento

Nos sentamos a conversar con Barry, un canadiense que también vino en bici y luego nos fuimos a un super a comprar la cena, aunque limitados, pues en el albergue sólo había platos, jarros y algunos cubiertos, pero nada para calentar y para lavar sólo en los lavatorios de los baños... Por dicha, ya era la última noche de albergue, pues éste no estaba muy limpio, estaba muy húmedo y muy hacinado!



No hay comentarios:

Publicar un comentario