22 Setiembre, Día 1: A Saint Jean Pied de Port

Distancia recorrida: 35km

Probando los frenos

Desperté con los brazos adoloridos de la cargada de bolsas de ayer.

Amaneció con neblina; acomodamos bolsas, armamos bicis y las cargamos. Desayunamos en el restaurante del lugar: café amargo y mini-tostadas.
Salimos a eso de las 9:40, después de varias paradas para sacar el cuenta-kilómetros y ponerlo, sacar los guantes, chaleco... finalmente estábamos listos.

De camino, ya topamos a peregrinos y bicigrinos y algunos nos gritaron que íbamos en la dirección equivocada. El paisaje es de potreros en las partes bajas de vallecitos, con bosques a los lados; hay ovejas y vacas.

En Roncesvalles, la oficina del Peregrino estaba cerrada y estuvimos esperando junto con dos señoras de Sao Paulo (Br) que venían ya de SJPP; está ubicada en el edificio de la Colegiata, el principal edificio del lugar. Como nada que abrían, di vuelta a la Oficina de Información Turística, pero de camino me topé con una joven ciclista de unos 19-20 años, a quien pregunté si había venido de Francia. Resultó ser suiza y venía desde su país, solita, desde hacía 16 días (1000 km).

Según ella, la subida desde SJPP no es tan difícil como la ponen, pero sí subió por la carretera, pues con la lluvia el camino está muy embarrialado y con la niebla hay riesgo de perderse.

Para entonces, ya habían abierto la oficina. Llenamos un cuestionario: religión, procedencia, razón para hacer el camino, medio (a pie, en bici, a caballo), nacionalidad, y a cambio nos dieron nuestra "credencial", un documento que te identifica como peregrino para usar los albergues y donde se colectan sellos de los lugares por donde se pasa, para probar que se ha hecho el camino. Ya allí, nos dieron el primer sello.

Nos despedimos de las señoras brasileñas y la suiza y empezamos a subir por la carretera el corto tramo hasta el Alto de Ibañeta. La neblina estaba bien espesa, así que antes de empezar la bajada, paramos para ponernos jackets, encima el chaleco reflectante (reflectivo?), más luces para las bicis. Y empezó la bajada. Estaba a 16 grados de temperatura y al empezar a bajar, bajó a 12.4 grados. Heladillo.


Ibamos entre bosques mixtos y partes de coníferas; Miguel iba realizado identificando las diferentes especies de árboles: castaño, fresno, haya, abeto noruego, aliso, tilo, sorbus (mostellar).

Topamos varios bicigrinos y ciclistas (sin equipaje) subiendo. Suponemos que éstos últimos van con vehículo de apoyo. Aquí, sí vimos varias parejas y gente mayor que nosotros. De camino, paramos a saludar a un bicigrino algo mayor, que estaba parado en una entrada al camino, pero decidió seguir por la carretera.

Paramos en el pueblito de Valcarlos, muy pintoresco y allí nos cafeteamos y pasamos un rato conversando con la dueña del café. Miguel le dio una enjuagada a las bicis.

Seguimos cuesta abajo y llegamos a otro pueblito - Arnegi - donde, después de pasar un puente, nos topamos con el primer letrero en francés, avisando los límites de velocidad en las carreteras francesas.

Arnegi

Llegamos a SJPP a eso de la 1pm. Encontramos el albergue "Chemin vers L'Etoile" - donde habíamos reservado - ubicado en el casco antiguo, pero estaba cerrado hasta las 4pm; así que nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, paramos a sellar en la Oficina de Amigos del Camino y el señor resultó muy amable y encantado pues ha estado en Costa Rica. A todo esto, mi francés va sobreviviendo.

Subimos por la Ciudadela amurallada y a las 2 y media, cuando abrieron, buscamos un super para comprar algo para almorzar.

El pueblo es precioso, con lindas casas antiguas de piedra y techos de teja y calles adoquinadas en el casco antiguo. Paramos al lado de un busto de "Renaud" (quien sabe qué hizo por la patria, pero ahí está) y allí comimos.

Saint Jean Pied de Port

Volvimos al alberque, que ya estaba abierto y nos recibió Eric, el hospitalero francés, que nos mostró donde guardar las bicis en la parte de atrás y nuestra habitación, donde había otras dos camas, donde tal vez pondría a otros dos peregrinos, si se llenaba. El edificio es de tres pisos del siglo 16, con una escalera amplia en el centro y las gradas desgastadas por el uso.

Albergue

Nos duchamos, lavamos ropa y nos fuimos a sentar al parque, a ver gente y carros pasar (cantidad de campers y un club de carritos deportivos antiguos nos hicieron desfile).

Saint Jean Pied de Port

A las 7pm, volvimos para la cena comunitaria, con los hospitaleros Eric (francés, con su hijo de 12 años) y Anita (alemana, con su hijo Felipe), además de dos señoras canadienses. Nos dieron buen vino local, sopa de verduras, cocido, aceitunas, jamón, pan y muy agradable compañía. Las canadienses han arreglado con un servicio que irá llevando sus mochilas de un punto al siguiente y ellas sólo llevan un salvequito pequeño con agua y lo básico.

A las 9:30, estábamos en camita.