lunes, 12 de octubre de 2009

24 Setiembre - Día 3: Pamplona

Distancia recorrida: 9 km

La mayoría de los albergues - especialmente los públicos - tiene la política de que todo mundo debe salir antes de las 8 - 8:30am. Este no era la excepción.


Nos levantamos a las siete, bajamos a desayunar con paciencia y coincidimos con otra pareja de bicigrinos, de Cantabria, que iba a hacer la porción Roncesvalles - León, pues ya antes habían hecho León - Pamplona (esta es otra cosa que vimos: hay gente que hace el camino "por entregas", por limitaciones de tiempo).

A las 8:30, llegó el hospitalero a darnos los buenos días y hasta luego, pues ya entraban dos señoras a limpiar. Usualmente entonces, los
albergues están cerrados hasta la tarde, que empiezan a recibir a nuevos peregrinos.

Salimos muy tranquilos y en la plaza del pueblo se estaban alistando los músicos de una banda, que iba a ir tocando por el pueblo, pero hasta las 10 pasadas. Nos agarró precisa, como si estuviéramos muy lejos y decidimos salir hacia Pamplona.

El camino resultó lindo en esta parte, pues el parque que mencioné ayer a lo largo del río Arga, se extiende a través y más allá de Pamplona. Es una belleza, con el río limpio, con árboles y vegetación a los lados y un caminito para caminantes, corredores, patinadores y ciclistas. Una idea tan linda (http://www.pamplona.es/parquefluvial/es/index.asp), cuando la veremos en Costa Rica?...

Claro, en menos de 20 minutos, ya estábamos en el Puente de la Magdalena, que es la entrada oficial al casco antiguo de la ciudad, pasando luego por el Portal de Francia. Anduvimos pedaleando por las callecitas, semi-peatonales, cuando llamó Oscar desde el aeropuerto en Madrid. Buscamos el Albergue Jesus María (albergue municipal) y lo encontramos, pero cerrado hasta la 1pm, así que seguimos conociendo, en la calle de Estafeta, nos metimos a tomarnos un café e imaginarnos los toros pasando enfrente; fuimos a la Plaza de Toros, una avenida peatonal (creo que San Ignacio) con una escultura a los encierros.

Lo más cerca que estaré de los toros

Luego, a la plaza del Castillo, llena de cafés y especialmente el Café Iruña (donde iba Hemingway), con una decoración increíble.

Café Iruña

Ya era casi la una y nos acercamos al albergue, d
onde ya habían varias personas registrándose. Este es una albergue con 112 plazas, arregladas en espacios semi-separados de dos camarotes, en dos plantas, con dos juegos de baños, lavandería, espacio para guardar bicis y una cocina relativamente pequeña (deben asumir que hay suficiente oferta en la ciudad).

Albergue Jesus María

Durante la tarde seguía entrando gente y varias veces fui a asegurarme de que quedaba espacio para Oscar - pues no guardan campos -.

Oscar llegó en autobús a eso de las 7:30, jalando una vieja valija donde traía sus cosas. Pasamos a El Corte Inglés a que viera las bicis que tenían allí, luego al super, donde compramos la cena y nos fuimos al albergue. El hospitalero al principio lo vio con cara de sospecha, llegando de valija, no tenía mucha pinta de peregrino, pero cuando le explicó, el hombre entendió y uno hubo problema.

En el albergue, estuvimos observando a los otros peregrinos; definitivamente, los caminantes sufren más que los ciclistas. Casi todos tenían ampollas que lucir en los pies y, especialmente entre los jóvenes, había varios con serias tendinitis. Había una parejita joven, donde la muchacha apenas caminaba y algo dijo que se iba a comprar botas nuevas (ahhhh!!). De nacionalidades, ahí reconocimos brasileños, polacos, franceses, alemanes, españoles, koreanos, italianos, canadienses.

A las 10:30, muy puntual, se apagaron las luces y pasó un hospitalero pidiendo silencio para descansar.

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