Pues este sábado nos unimos a un grupo muy lindo de gente que ha fabricado sus propios hornos de energía solar y que habían organizado una almuerzo al lado del antiguo lavadero (un área donde la gente del pueblo podía ir a lavar ropa) del pueblo de Totalán (como dice Miguel, el nombre suena muy guatemalteco, pero está en Málaga, en la Axarquía).
Había seis hornos solares, la mayoría como los que se ven en las fotos que incluyo, pero también llegó luego uno muy ingenioso, hecho con una parabólica recubierta de papel aluminio y arriba y en el centro; algo como la de esta foto, pero en versión casera.
En cada hornito caben una o dos ollas y aquí en Málaga, con orientar el horno un poco al sur, se recibe suficiente radiación, aunque uno de ellos tenía la posibilidad de rotarlo un poco para mayor eficiencia.
Según nos explicaban, los hornos solares son alternativa perfecta para cosas que se hacen en la olla de cocimiento lento (la verdad no son prácticos para hacer pasta o arroz): cocidos, pescados, sopas, lentejas, frijoles, etc.
Cuando llegamos a eso de las doce, ya habían puesto a cocinar algunas cosas y nos explicaron que tardarían varias horas en cocinarse. El menú fue variado y delicioso.
Hubo pan integral que tomó como tres horas y aunque no se doró, estaba perfectamente horneado.
Otros platos fueron verduras mixtas, un "pisto" delicioso, un plato inventado con tomate, queso, jamón serrano, cebolla, chile dulce, ajo y huevo encima (todo puesto en capas), que resultó riquísimo.
También cocinaron morcillas de Burgos, y un pescado en una salsa muy rica y liviana.
Y en el caso de la cocina con la parabólica, se alistaron huevos duros. Nosotros, como no sabíamos si habría campo para poner algo en los hornos de otra gente, llevamos una ensalada.
Y más importante aún, el grupo de gente resultó ser simpatiquísimo y super amigables, así que tuvimos una combinación perfecta: buena compañía, comida bien rica y un ejemplo de aprovechamiento de energía alternativa. Salud!